La marqueza Eulalia entre risas y desvaríos, se vistió con ese vestido que llegó de francia alguna vez. Por ensima se puso su capa de terciopelo, y por último el collar de perlas -conjunto perfecto para su corona plateada.
Con esa misma sed, con la frente en alto, con la debida belleza y sabiduría que sabía escapaba a sus lacayos, salió gobernar como era debido. En el camino por cierto, recordó muy bien ocultar lo que pensaría el resto como su debilidad: su hermosa y vieja noche boca arriba.
Saliendo del cuarto, sus pasos se aproximaban al trono, marqueza digna de sillas de oro, balbuseando la secreta receta de la gobernacion que salvaría al mundo. Caminaba firmemente, dispuesta a dirigirse a su pueblo, sin mirar otra cosa que no fuese esa silla, ya estiraba un brazo hacia el apoyabrazos. Al raz de alcanzarlo, creo que un paso -bah, mas de un paso- no llego a pisar la tierra. Quizas aterrizo sobre este nenito, este zangano en patineta que ni la vio a la pobre Eulalia. Que se rio de ella, de su ropa apolillada y ridícula, de su cabeza trastocada, de su corazon roto por una noche boca arriba. Bah..quien te dice, quizas en algun lugar Eualia logro gobernar como tanto quería.
Pero ¿aca? ¿Salvar al mundo? pfff eso ya ni siquiera lo podemos lograr nosotros los locos de seguro!
lara lala
lara lala
laralala
jeux d'enfants
3.9.06
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