27.11.06

celosíame celosías

yo no se vos pero yo viajo por Praga
yo y Milan
Milan y yo
tomamos una taza de te

25.11.06

Lo más difícil es volver:
frecuentar lugares que no quiero,
besar labios
que no me interesan
y vestirme para salir sin vos.

22.11.06

bliss is hapiness

La literatura es abusiva, y si no lo piensa así piense en esto:
Cuando le regalan un libro le regalan un pequeño infierno, un calabozo de aire. No le dan solamente el libro, que los cumplas muy felices y esperamos que lo disfrute porque eso sí que es literatura; no le regalan solamente esas pilas de hojas para pasar el rato. Le regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, le regalan un nuevo pedazo frágil y precario de usted mismo, algo que es suyo pero no es su cuerpo, pero que de inmediato se mete por los ojos hasta llegar bien adentro. Le regalan la necesidad de hojearlo todos los días, el miedo de perderlo, de que se lo roben, de que se le caiga al suelo y no se de cuenta. Le regalan literatura, y la seguridad de que la literatura es mejor que cualquier otra cosa, le regalan la tristeza de la ultima pagina, el vicio de la siguiente obra. No le regalan un libro, usted es el regalado, a usted lo ofrecen para el cumpleaños del libro.
LA LITERATURA desata una Buenos Aires de ZOMBIES (ya consientes de lo que nunca van a conseguir). ¿La literatura de que sirve? Destruyo acá mismo esa falacia de que leer es tan bueno. No haga caso, los que leemos siempre somos los tontos, los que de casualidad caímos de lleno en un mundo perfecto. Pase por alto el ruborizarme ante la palabra intelectual, la tremenda alegría de caminar por las bibliotecas y la insoportable ansiedad de arrancar el plástico que envuelve un libro nuevo. Los libros solo plantean problemas, y una reducción de la visión (cuando lee hecho un bollito en el colectivo). Queme ese libro señora.

20.11.06

turuleca

"What came first, the music or the misery? People worry about kids playing with guns, or watching violent videos, that some sort of culture of violence will take them over. Nobody worries about kids listening to thousands, literally thousands of songs about heartbreak, rejection, pain, misery and loss. Did I listen to pop music because I was miserable? Or was I miserable because I listened to pop music?"

11.11.06

el amor es una mujer gorda

In this complex melodrama, set in Melonlandia after the military melontorship, a young frutalist's preference for melon endangers his job (as frutologist). Being fired he is able to begin looking for his loved melones who mysteriously vanished during the last regime. All those around him suspect that los melones simply "disappeared" but he refuses to believe it, and so he continues his fruit(less) search, convinced that they are somewhere, while as he travels, he becomes increasing upset by the complacency of his countrymen who seem more willing to accept life as it comes.

8.11.06

Introduccion

Lulumía tenía tres añitos cuando descubrió en el piso del techo del cuarto mediano un frasco color dulce de leche que escondía tres radichuelas mágicas.
¿Pero como podía saber Lulumía que eran esas radichuelas? Perdón. Que mala pregunta. Que eran esas radichuelas estaba más que claro -no hay que ser tan astuto como para deducirlo-: las radichuelas eran porotos verdes como la radicheta, y mágicos como las habichuelas.
Sin embargo -elemental mí querido Watson- era el uso práctico de las radichuelas lo que no estaba tan maduro para la niña como para que cayera -¿del árbol?-. Las radichuelas parecían tan útiles e inútiles como los relojes, y Lulumía tenía leve control sobre los relojes, y por ende si quiera se comunicaba con sus radichuelas.
Una tarde, ya pasado el enigma a misterio y el misterio a carcomienda, Lulumía no pudo resistir la tentación de averiguar que hacían aquellas radichuelas así que decidió ir probándolas una por una a ver que acontecía, mientras que -vaso de agua mediante- se las trago las tres juntas de un solo golpe (comprendamos a Lulumía: su hermana pesa 158Kg., el tragar cuanto antes es clave para su subsistencia).
A los pocos minutos -habran sido al menos siete- arranco el cosquilleo...