20.6.08

Silvia se despierta.
Es un domingo de primavera. Deben ser las once o las diez de la mañana. Se despierta de la mejor forma que hay: muy suavemente, como quien no tiene nada más que hacer todo el resto del día, y mira hacia la ventana que da a la calle y el sol que entra, los pájaros que cantan. Se queda embobada. Un hilo de pensamiento inconsciente, la lleva a otro, y ese a otro, y así sucesivamente. Termina pensando en la última vez que hizo el amor sin saber muy bien por qué, pero es un lindo pensamiento.
Mira hacia su derecha a José, que duerme boca arriba tan lindamente, y le surge unas ganas inmensas de abrazarlo, de contenerlo enteramente dentro de ella, de poseerlo, de… una sensación muy extraña, como si quisiese literalmente devorarlo y sostenerlo para siempre entre el cuello y la tetas (ese lugar donde a veces se siente que está el corazón -o un hueco que suple al corazón-). Sin embargo se contiene, no quiere despertarlo con lo cansado que debe estar.
Vuelve a mirar hacia la ventana pero inevitablemente rescata su último hilo de pensamiento: la última vez que hicieron el amor. Le parece sorprendente como funciona su memoria: no recuerda que día fue, ni quién incentivo a quién, ni tampoco recuerda cómo. Pero sí puede recordarlo dentro de ella. Cierra los ojos y lo siente penetrándola. Literalmente: lo siente. Como si lo estuviese haciendo exactamente en ese momento. Es cierto que la sensación solo le dura dos segundos, pero le resulta ilusoria la manera en que puede arribar solo con el pensamiento a la misma sensación que sintió entonces, a repetir el mismo gemido, a excitarse igual que entonces, a quedarse sin aire solo recordando el primer segundo en el que él estuvo dentro de ella.
Repite el pensamiento dos veces, tres veces. Lo intenta una quinta vez pero ya no lo logra, como si se hubiese gastado. De todas formas, sin proponérselo, tres veces son suficientes como para querer sentirlo dentro de ella una vez más. Gira nuevamente en dirección a José, que duerme totalmente ajeno a todo lo que le anda aconteciendo en ese mismo momento a ella.
Gentilmente, Silvia apoya la mano sobre su pecho y lo acaricia. Le besa las mejillas, le coquetea entrelazando sus piernas entre las de él. Pero José acepta la caricia sin comprender la necesidad libidinosa de Silvia que lentamente va excitándose cada vez más con el solo roce de su camisón de seda.
Casi fuera de si, Silvia baja su mano acariciándolo indubitablemente. Pero José entreabre los ojos, sonríe tiernamente, como si Silvia estuviese contándole un chiste simpático, y gira la cabeza para el otro lado, sin terminar de despertarse.
Silvia no se detiene, lo cierto es que se siente incitada, como si ese inconsciente rechazo la colmase hasta la embriaguez, nublándole el pensamiento. Aferrada a esas ganas incontrolables de hacer el amor, se sube sobre él -las piernas abiertas sobre su miembro- pero no lo toca. Empieza a besar su pecho, su panza, su ombligo. Le baja el pantalón y por primera vez, hace algo solamente para complacerlo, y lo hace con toda la boca, con toda la lengua, con todas las ganas.
A Silvia le gusta. Lo siente excitarse, lo siente completamente de ella, como si estuviese literalmente devorandolo. Inevitablemente, José se despierta. Le acaricia el pelo con ternura, mueve un poco el cuerpo para acomodarse y acompaña con su mano la cabeza de Silvia. Ella lo ama con una pasión que no termina de expresar aunque lo haga más rápido o aunque lo haga con más ardor, lo cual la exhaspera.
Él la ama incontrolablemente. Se excita sientodola, viendola y sobretodo le excita su devoción. A punto de acabar, solo piensa en formas de excitarla y en las ganas que tiene de acariciarle las tetas. Y después de todo eso, las ganas de besarla un poco y traerle el desayuno a la cama.
La ama. Lo ama.

6 comments:

-sinmayúsculas- said...

el nombre silvia por alguna razón no me gusta, silvita quizás si, pero porque era la profesora buena onda del secundario. miraba el nombre silvia y pensaba eso.

negroyamarilllo said...

"silvia" es el nombre de un bello cuento de cortázar. claro que de nombres no se vale el mundo. menos de gustos sobre los mismos. pero la literatura tiene eso no? poder escapar de la mediocridad del gusto (como quien opina del helado ó de un par de medias).
tal vez la litearuta no precisa de nombres opinables o favoritos, sino de alguien que lea lo que está escrito, para algo están las palabras, que son más que anclas para la vista e imaginación.
"silvia" es un bello cuento. pero opinar sobre si el nombre es lindo o feo, me resulta algo chistoso. y lo chistoso, en el caso de alguien que opine sobre el escrito de otro, pasa a ser pesado, como la humedad. que es insoportable. aunque claro, imposible de evadir.
lamentablemente, algunos descubren los árboles y se preocupan por las hojas (el último paso en el proceso evolutivo), otros recuerdan sus reíces. y respetan.

-sinmayúsculas- said...

nooo , no quiero empezar la controbercia CW pero... hay cosas que solo una silvia puede, hacer ni hablar de una margarita, o una chica que se llame celeste. uno no le puede poner cualquier nombre al personaje, sería casi joligudense hacer eso.
lamento decir hincha de olimpo, que no puedo estar menos deacuerdo
pero bueno me imagino que pensas que le estoy tomando el pelo a la autora del blog, la tiraste a la tribuna, y sino... bueno, no sabría que te impulsó a salir en defensa de quienes no la necesitan
no es casualidad, volviendo con lo de los nombres, porque por dios como no me gusta que la gente hable sin capacidad de fundamentar sus flatulencias, autores como kafka o kundera (aliteración en la historia de la literatura) habrían dotado de mas de una letra a alguno de sus personajes cuando lo llamaron con una sola letra.
ahora bien, si yo a la querida autora de este blog le escribiera siempre que sus cosas están re buenas en vez de poner un comentario totalmente superficial, banal, casi digamos en joda... quien lo diría, que le estaba tomando el pelo a una amiga... pero en fin, me imagino que será un humor demasiado ...¿inteligente? yo lo estaba por llamar bastante tonto al humor pero me di cuenta que eso es bastante insultante para el que no lo entiende. pobre marula, si yo siempre dijese que todo está super bueno, empezaría a desconfiar de mi, pero bueno, es una suerte saber que por lo menos leiste Silvia de Cortazar.
un saludo,
que te vaya bien

negroyamarilllo said...

cuando era medio pendejo, como vos justamente, contestaba de la misma manera. pero lo hacia en la cara, que se yo. es de hombre.

maru empezada said...

BUENO BASTA.

negroyamarilllo said...

me hago cargo que fuí yo quien comenzó esto; aunque inconcientemente, pero al fin al cabo, lo hice yo.
estuve mal, en los dos comentarios que escribí y dado que fuí yo quien cometió el error, pido disculpas.
adios.